miércoles, 27 de mayo de 2009

Homenaje a Mario Benedetti. Texto de Lela Bértola

Cuando la nostalgia me embargue,
leeré tus textos, tus poemas.
Haré un paréntesis y simularé
que son recientes, como ese pan caliente
de mi abuela que invade mi olfato.
Hace un tiempo, sin querer queriendo
abriste un paréntesis en tu vida, creo creer
creyendo aunque tu no creas, que soñaste con Dios.
Que viste el alma salir del cuerpo,
el corazón deshilacharse de tristeza,
la culpa silenciosa tropezar con fantasmas,
los pedacitos de felicidad escabullirse en la niebla.
En ese derrotero, estoy segura,
te disfrazaste de pájaro para espiar mi piel erizada,
cada vez que los disparos del cielo anunciaban
que el paréntesis se estaba cerrando.
La distancia se acorta y a tientas
y a contramano hoy, cierras
definitivamente ese paréntesis.

miércoles, 25 de febrero de 2009

texto de Andrea Romero



DEJÁ VÚ

El frio le sube por el pie izquierdo. Piensa que sería bueno tener pantuflas o una alfombrita pero no, no tiene ninguna de las dos. Con cierta resignación, apoya el pie derecho en el suelo y queda parada al lado de la cama revuelta. ¿Qué hora es? De pijamas, no prende ni una luz, ni mira la hora. Va al baño. Olor de baño. El inodoro está también intensamente frio.
Sentada deja caer el mentón sobre sus manos y sus codos sobre sus rodillas. ¿Por qué me despierto tan temprano?
El azulejo que tiene en frente es perfecto, molestamente perfecto, sigue con los ojos cada uno de sus lados de cuadradito incorruptible. ¡Qué cansada estoy! Los estantes del baño están desordenados con el lío de siempre que resiste, que vuelve y vuelve.
Luz que despierta. Más cansada se para y se busca en el espejo.
Él viene de golpe la toma por atrás, le besa el cuello, le acomoda el pelo, le acaricia el vientre y mete su mano por debajo del pijama.
Bellísimo, perfecto. Si al menos no fuese sólo un recuerdo.

MAR
23/10/08